Pasó 14 meses perdido en el mar, se salvó y lo acusan de haberse comido a su compañero

Las vicisitudes del «Robinson salvadoreño», José Salvador Alvarenga, que pasó 14 meses perdido en alta mar, parecen no tener fin. Ahora lo acusan de haberse comido a su compañero de naufragio.

Alvarenga, de 40 años, fue hallado sano y salvo en 2014 por un buque carguero en un atolón de las Islas Marshall, en el Pacífico. Había zarpado en diciembre de 2012 junto al mexicano Ezequiel Córdova, de 22 años, desde las costas del estado de Chiapas, y una tormenta los dejó a la deriva.

Ahora, la familia de Córdova, muerto tras cuatro meses de naufragio, lo acusa de alimentarse de parte de su cuerpo para sobrevivir.

José, acusado en su país de farsante e incluso de traficante de drogas, dice que Ezequiel falleció al no adaptarse a la comida a base de peces, tortugas y aves crudas, a la que él tuvo que recurrir para mantenerse con vida.

Pero los parientes de Córdova rechazan esta versión y creen que el salvadoreño tuvo que disponer del cuerpo de su compañero para sobrevivir. Por ello, le exigen una indemnización de un millón de dólares.

Ricardo Cucalón, abogado que representa al náufrago desde 2014, señaló a El Diario de Hoy de San Salvador que el delito se le imputa a su cliente «no se puede probar».

José Salvador, hallado a 13.000 kilómetros de distancia de las costas mexicanas de donde partió originalmente, asegura que cuando vio muerto a su amigo Ezequiel pasó seis días junto a los restos pero luego los lanzó al agua.

A juicio del letrado, se trata de una acción que busca presionar a su cliente para que pague parte de lo obtenido tras lograr su hazaña.

«Todos van tras del bendito dinero de Salvador Alvarenga, que no es tanto como se menciona, pues éste ni se ha enriquecido ni vive como millonario y que sus padres siguen teniendo una modesta vivienda», señaló Cucalón.

«Nunca pensé en el canibalismo»

El caso sale a flote a unos días de que comenzara a venderse en Estados Unidos el libro «438 days», escrito por Jonathan Franklyn, un «ghost writer», con base en la narración del pescador.

El 14 de marzo de 2014, José Salvador viajó a México a visitar a la familia de Ezequiel, para cumplir una promesa que le hizo antes de morir y le narró a su madre Rosalía Ríos los últimos instantes junto a su hijo antes de que éste pereciera.

La mujer recibió al salvadoreño con lágrimas y un abrazo pero el 10 de abril del año pasado su familia anunció que reclamaría la mitad de las ganancias de Alvarenga por la publicación de su libro y ahora decidió demandar por un millón de dólares al náufrago sobreviviente por canibalismo.

José, que se sometió a exámenes psicológicos y pasó la prueba del detector de mentiras, niega haber comido carne de su amigo.

«Nunca pensé en el canibalismo. Ya me había adiestrado en atrapar peces y tortugas, y manteníamos un suministro para cinco días. Ezequiel se desesperó, pensó que no nos salvarían y no comía. Al final estaba tan débil que ya no podía ni hablar», argumentó.

 

Fuente: http://www.lanacion.com.ar/1854777-paso-14-meses-perdido-en-el-mar-y-lo-acusan-de-haberse-comido-a-su-companero

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