La reina de los Países Bajos, junto al rey Guillermo Alejandro y sus tres hijas, las princesas Amalia, Alexia y Ariane, se fueron de vacaciones una semana a China para descansar, previo a un acto oficial en ese país.
Cuando los medios se enteraron de la noticia se desató la polémica en los Países Bajos. Distinto espacios sociales y políticos consideraron impropio que el Jefe de Estado disfrute de unas vacaciones en un país en donde se vulneran los derechos humanos.
NO SE PUEDE VACACIONAR EN CHINA Y AL MISMO TIEMPO REPUDIAR LA VIOLACIÓN A LOS DERECHOS HUMANOS EN ESE PAÍS.
Sus vacaciones siempre dan que hablar.