Años antes de manifestarse la enfermedad, se presentan algunas fallas de memoria que pueden ser indicios.
Lo primero que falla son los recuerdos recientes. Lo que se habló el día anterior, lo que se comió en la mañana. La enfermedad de Alzheimer suele asomarse, incluso muchos años antes de manifestarse con contundencia, con este tipo de desmemoria.
No se trata de un olvido temporal o esporádico, sino de especies de blackouts recurrentes, sólo de la memoria reciente pues esas mismas personas pueden recordar, con detalles precisos, lo ocurrido años antes, e incluso en la infancia.
Alberto Mendoza, médico psiquiatra especializado en geriatría, explicó que estas fallas pueden presentarse incluso a temprana edad, alrededor de los 45 años, pero también después de los 65 porque son, en general, una manifestación temprana de Alzheimer.
Lo alarmante es cuando ocurre alguna de estas dos condiciones: cuando varios familiares cercanos de quien padece los olvidos ha sufrido la enfermedad, incluyendo padre o madre y tíos o cuando la desmemoria es absoluta. Mendoza ejemplifica:
«Puede pasar que alguien dice ‘llamó fulano y pidió que lo llamaras’ y a la persona se le olvida. Pero al día siguiente, quien le dio el mensaje se lo recuerda y él admite ‘oye, sí, se me pasó’. Eso no es grave porque con el ritmo de vida actual a cualquiera se le olvida algo. El problema es cuando ni siquiera recuerda el recado, incluso si hay testigos que lo confirman. En esos casos, debería acudir a un especialista que puede ser un neurólogo, un psiquiatra o un geriatra pero, eso sí, con especialización en Alzheimer», recomienda.
Otras manifestaciones tempranas de Alzheimer pueden ser las confusiones de tiempo y espacio, o el extravío en ambientes conocidos. Sin embargo, estos síntomas no suelen manifestarse en primera instancia, sino que aparecen progresivamente después de las manifestaciones de pérdida temporal de memoria.
«Es importante aclarar que estas fallas no necesariamente se reportan entre los 40 y 45 años. Puede ser a esa edad o a cualquier otra, es decir, cuando el Alzheimer está comenzando», expresó.
Tampoco significa que toda desmemoria sea peligrosa. Factores como estrés, depresión, ansiedad, pueden desencadenar olvidos esporádicos. La misma vida en ciudades congestionadas juega en contra de la memoria.
Familiar o esporádico
Explica el psiquiatra que existen dos clases de Alzheimer, el familiar y el esporádico.
El familiar es el más difícil de combatir porque dispone de una base genética dominante. Sin embargo, también es el menos frecuente, con sólo 3 % de los casos.
«Este tipo de Alzheimer se manifiesta antes de los 65 años y, en el árbol familiar del paciente, se reportan muchos casos», expresa Mendoza. Los tratamientos suelen ser menos efectivos por la alta carga genética de la enfermedad.
El esporádico carece de esta genética devastadora y de esa preminencia familiar. Rara vez se presenta a tan temprana edad como los 45 años,
En síntesis, después de los 45 años de edad, hay que prestar atención a la fallas de la memoria de sucesos recientes y, si son frecuentes, consultar a un especialista para determinar su causa.
Fuente: http://www.eluniversal.com/vida/150923/el-alzheimer-avisa-con-tiempo
