Boca y San Lorenzo encabezan a los clubes que quieren volver a la AFA y dejar la Superliga

La Superliga Argentina de Fútbol (SAF) se fracturó este jueves con la votación por la postergación del arranque del campeonato el 24 de enero y varios clubes presionan para regresar a la Asociación del Fútbol Argentino en los próximos meses.

La iniciativa la encabezan Boca y San Lorenzo, con Jorge Ameal -presidente electo en diciembre 2019- y Marcelo Tinelli -elegido el mismo mes-, respectivamente.

«Hoy se evidenció un quiebre en la Superliga, no puede ser que una minoría deje a la mayoría de lado», disparó Ameal en una nota con TyC Sports en relación a la votación 15 a 9 a favor para postergar la reanudación, aunque resultó insuficiente para los dos tercios necesarios.

El mandatario «xeneize» persigue dos objetivos desde su asunción: acercarse a la casa madre y desplazar a su antecesor, Daniel Angelici, del puesto de vicepresidente primero de AFA, ya que es un cargo personal y no de las instituciones.

«No te puede representar alguien que ya no pertenece al club. No hay dudas de lo que yo haría en su lugar, pero no quiero hablar de él», apuntó mientras desde su entorno aseguran que la auditoría en Boca arrojará varias sorpresas.

De esta manera, Ameal se alineó con Tapia, más allá del poco tiempo en Boca, y busca políticas comunes para regresar al fútbol de la primera división a la calle Viamonte.

Además, el empresario siempre se manifestó en contra de las Sociedades Anónimas Deportivas en Argentina, un hecho que casi se concreta por las presiones ejercidas durante el gobierno de Mauricio Macri y con Angelici como principal operador durante la intervención de la AFA entre 2016 y 2017.

Por su parte, Tinelli tiene una excelente relación en los tiempos que corren con Tapia, después de varios chispazos y una distancia marcada por el recordado 38-38 en las frustradas elecciones de la AFA 2016 en la que competía con Luis Segura por la presidencia, disidencias que parecen haber quedado de lado entre el conductor de televisión y el actuar titular de la casa mayor del fútbol.

La relación es tan «buena», como dijo «Chiqui» Tapia, que el presidente de la AFA se manifestó a favor de la vuelta de San Lorenzo al barrio porteño de Boedo, de donde se fue durante la última dictadura cívico-militar del país.

Además, el fruto del vínculo entre ambos llevó al club Bolívar Fútbol a jugar el Torneo Federal Amateur por una invitación especial del Consejo Federal.

«Gracias a toda la gente de Tandil por el trato recibido, a toda la liga tandilense, su presidente Sr. Miguel Cenoz, su vice 1° Ramiro Difonzo y Vice 2° Eduardo Viggiano, al Director de Turismo de Tandil Lole Inza y al club Ciudad Bolívar y su coordinador Guillermo Panaro», tuiteó Tapia el pasado 14 de enero.

A su vez, Juan Martín, ex delantero de Barracas Central -club de «Chiqui», y nuevo jugador de Bolívar, contó: «Influyó mucho el llamado de Fabián Scoltore (mano derecha y amigo de Marcelo Tinelli) y después hablé con Mauricio Peralta, Guillermo Panaro y Antonio Piergüidi y me interesó el proyecto desde un principio».

En otro orden, Nicolás Russo, presidente de Lanús y hombre de Sergio Massa en la política, es otro de los que apoyan romper con la Superliga.

El resto son Banfield, Central Córdoba de Santiago del Estero, Arsenal de Sarandí, Defensa y Justicia, Rosario Central, Argentinos Juniors, Colón de Santa Fe, Aldosivi de Mar del Plata, Newell’s Old Boys, Huracán, Gimnasia y Esgrima La Plata y Estudiantes de La Plata.

En el otro lado se paran River Plate, con una vinculación correcta con Tapia y una injerencia clave en la Superliga, ya que Jorge Brito es vice del club y de la entidad organizadora.

El «Millonario» estuvo al frente de la resistencia del cambio de calendario y consiguió torcer el destino con el apoyo de Independiente y Racing Club, a pesar de que Víctor Blanco siempre aseguró estar con lo que vote la «mayoría».

El resto que acompaña es Unión de Santa Fe, Patronato de Paraná, Talleres de Córdoba, Godoy Cruz, Vélez Sarsfield y Atlético Tucumán.

La próxima batalla que viene será la de la venta de los derechos televisivos al exterior, porque la AFA es solamente firmante, no fue parte de la mesa de negociación, ni tiene ingresos, ya que se hizo durante la gestión en la entidad del interventor Armando Pérez con la Comisión de Regularización de la Asociación del Fútbol Argentino.

En consecuencia, los clubes disidentes buscarán la disolución de la Superliga antes de mitad de año para terminar los contratos y recuperar los derechos con una mejor redistribución.

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