Esta mañana, Argentina estuvo a punto de vivir un momento delicado en su relación bilateral con China. Es que luego de reunirse con el presidente de Estados Unidos, una vocera norteamericana afirmó que tanto Mauricio Macri como Donald Trump habían criticado «la actividad económica depredadora de China».
De inmediato, el canciller argentino Jorge Faurie salió a desestimar esta versión. Su intervención aquietó los ánimos y permitió que algunas horas después, Argentina firmara un convenio para incrementar la venta de aceite y de poroto de soja al país asiático. Este acuerdo significaría un intercambio comercial de entre 1.100 y 1500 millones dólares.
Este intercambio se anunció algunos días después de que fuentes oficiales informaran que Argentina había acordado volver a exportar carne magra a los Estados Unidos, operación que estaba frenada desde hace 17 años por la fiebre aftosa. Estas ventas rondarán los 180 millones de dólares.
De esta manera, Argentina parece estar sacándole el jugo a la reunión del G20: logró acuerdos comerciales con los dos gigantes comerciales del mundo.
